¿Qué es la Psicología?

Cuando me preguntaban qué carrera había empezado y contestaba “Psicología” me decían que “muy interesante eso de estudiar el cerebro y esas cosas”,  o “¡qué bien!, ahora podrás tratarme mis problemas”, “vas a tener mucho trabajo, hay cada loco por ahí suelto”. También había posturas más negativas: “oh vaya, está bien, aunque me parece que es una teoría muy cerrada la que sigue” o”no estoy muy de acuerdo con su manera de enfocar las cosas, no creo que con un sueño te puedan decir qué problema tienes”. Como sabemos, la comunicación no verbal también da mucha información y había un gran abanico de gestos acompañando las respuestas.

Por todo esto, me ha parecido interesante comenzar por “el principio de todo”. La psicología ni es una disciplina con un solo enfoque, ni es fácil, ni su objetivo es tratar a “locos”. La psicología no es tener compasión ni sólo saber escuchar… (si fuera sólo esto último ¿en qué diferenciaríamos a un psicólogo/a de un amigo/a?).

Cuando nos imaginemos a un psicólogo o psicóloga ejerciendo su trabajo no podemos pensar en la visión tradicional del diván, donde el cliente llega, expone sus problemas y se desahoga…  Se necesita que el paciente, la persona que siente que tiene un problema, no sólo se atreva a explicitarlo, sino que decida afrontarlo de forma activa y que, además, crea en sus posibilidades.

La Psicología abarca muchas perspectivas: desde la Psicología Cognitiva se pone el énfasis en las bases mentales, desde la Psicobiología en las bases biológicas, el Psicoanálisis trabaja sobre el inconsciente, la Psicología del Desarrollo opta por atender los cambios a lo largo del tiempo, el Conductismo estudia las bases ambientales y la Psicología Social se centrará en las sociales. Los objetos de estudio varían de una perspectiva a otra, al igual que los supuestos de partida: racional-irracional, consciente-inconsciente, mente-conducta, naturaleza-ambiente, estable-dinámico… Todo ello hará que se orienten a la búsqueda de respuestas a distintas cuestiones y empleen ciertos métodos de estudio en lugar de otros para comprender el comportamiento humano.

En mi opinión, unos cuantos casos aislados “es que el psicólogo escolar del centro de mis hijos no sirve para nada, está de adorno” no pueden llevarnos a pensar que todos los psicólogos y psicólogas son iguales (estaríamos cayendo en un sesgo de disponibilidad, que es atender a los ejemplos sobre algo que se nos vienen primero a la cabeza)… Como en todas las profesiones, hay personas que son buenas en lo que hacen, tienen motivación, buena formación, etc. Y otros/as, que… no tanto… En el siguiente vídeo se puede ver una caricaturización de la labor del psicólogo. Sí es cierto que desde la Psicología se ha puesto nombre a muchos trastornos, es lo que denominamos “poner etiquetas”, pero se evita en la Psicología recurrir a ellas con tanta asiduidad, y son empleadas para poder entenderse entre profesionales de una forma más rápida (cada persona es distinta, cada problema es distinto, no hay que olvidar las diferencias individuales que serán las que determinen todos los matices del trastorno, y pueden hacer que bajo una misma etiqueta como puede ser “trastorno de la conducta alimentaria” haya grandes diferencias y la forma de intervenir no la va a determinar esa etiqueta que podamos poner).

Y, una vez visto el vídeo, solamente añadir algo que no puedo -ni quiero- contener, y es decir que: ¡¡La Psicología es una disciplina fascinante!!

Bien porque, como yo en su día, queráis hacer de ella vuestra profesión y hayáis decidido comenzar vuestros estudios. Bien porque, en cambio, simplemente os guste, os parezca curioso el comportamiento humano, los fenómenos sociales… O puede que estéis inmersos en el proceso de conoceros mejor a vosotros/as mismos/as. Sea cual sea vuestra situación, vuestro principal motivante, y sea cual sea la manera en la que habéis llegado hasta aquí, os invito a descubrir las entradas de mi blog, y a no quedaros ahí, a investigar, a leer, a preguntaros…

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